Necesita reglas simples:
1-
Cada francés tiene 10,000 puntos de carbono (5,000 para niños menores de 18 años) (1 punto = 1 kg de CO2 eq)
2-
Todos los comerciantes etiquetan sus productos y cobran puntos de carbono en las tarjetas de pago.
3-
Todas las empresas y organizaciones tienen un libro de carbono donde las salidas deben ser iguales a las entradas al final del año, esto es lo que permite etiquetar los productos y servicios (al inicio, antes del balance, el comerciante se basa en el valor definido por ADEME). Las organizaciones que no venden nada y no pueden recibir puntos de carbono de sus clientes deben reducir su huella de carbono en un 6% cada año.
4- Las cuentas individuales las lleva una Agencia Nacional del Carbono que se gestiona conjuntamente con representantes de ciudadanos, comerciantes, administraciones, sindicatos y ONG climáticas. Se beneficia de un sistema informático robusto que garantiza la confidencialidad de todos los intercambios.
5- Por cada compra que exceda la capacidad anual (automóvil de bajo consumo, trabajos de aislamiento, viviendas bajas en carbono), se establece una cuenta de promedio de deuda de carbono. No puede exceder un cargo de distribución anual de más del 30% de la cuota anual.
6- Cada ciudadano sobrio puede llegar a fin de mes vendiendo sus excedentes al ajustador regional, que pueden ser recomprados (de manera limitada) por los más ricos a un precio que fluctúa con la oferta.
7- Cada año se renueva la cuota de cada francés a un valor del 94% del año anterior (la reducción del 6% cada año equivale a la reducción del 80% en 30 años exigida según el consenso científico). Así que todo el mundo está seguro de estar en acción climática para evitar desastres. La renovación sería en cada aniversario para regular los flujos.
8- El registro de carbono de las empresas es supervisado por contables y controlado por auditores y la Agencia del Carbono. Los bienes exportados están cubiertos en puntos de carbono por la Agencia, deben ser descarbonizados a una tasa del 6% anual. Las mercancías importadas deben ser documentadas en contenido de carbono por los exportadores; de lo contrario, la Agencia aplica valores extraídos de la nomenclatura aduanera europea de acuerdo con los pesos de los materiales y los tipos de energía utilizados. El contenido de carbono importado se ingresa en negativo en el registro de carbono del importador.
9- Protección: todas las necesidades vitales están cubiertas sin la compra de excedentes. Se establece una escala de recargos para situaciones familiares críticas en términos de carbono.